domingo, 4 de noviembre de 2012

Primer domingo de noviembre, con cielo plomizo y amargo recuerdo de sabor a muerte...

Lo sé: o pongo títulos cortos, o extraños, o... estrafalarios, como éste último. La verdad es que me importa poco, pero siempre que atrape al lector con un buen gancho, será el efecto que esperaba.

Cierto que es el primer domingo de noviembre, que el cielo es de un color plomizo tirando a lo que está a rebosar de colillas cerca del teclado, y aún tenemos ese maldito regusto de muerte por la tragedia ocurrida la madrugada del jueves en Madrid. La juventud está desmejorada, de eso no hay ninguna duda. Ayer mismo, yendo en el tren hacia Barcelona, pude comprobarlo, pues el vagón estaba apestado (sí, apestado) de jóvenes maleducados que lo único que hacían era meterse en el compartimiento que hay entre los vagones para liarse a fumar porros. Lo de "apestados" también va por mí y por mi pareja, ya que llegamos a la estación de Sans con un fuerte olor a marihuana que se desprendía etéreo de nuestra ropa. Sentí vergüenza ajena, lo digo en serio.
Todos hemos ido jóvenes y hemos salido de marcha. Yo mismo, con mi gran pandilla de punkis, íbamos y volvíamos de Barcelona cada fin de semana, entre fiestas y conciertos. Bebíamos, sí; calimocho y cerveza (el dinero no daba para más), pero aun soportando la embriaguez de lo consumido no perdíamos el respeto a nadie. Nosotros no molestábamos y ellos tampoco nos molestaban. Era ese intercambio silencioso de valores. Ahora las cosas han cambiado. Han degenerado.
-Esta es la mayoría del futuro que nos espera- le comenté a mi pareja. Y es cierto. Y me pone nervioso.

Hoy es el primer domingo de noviembre y está lloviendo. Por la noticias vuelven a repetir el caso del Madrid Arena. Se destapan cosas. Remueven hasta la saciedad los problemas de la sociedad. Estamos en una mala época, todos lo sabemos, pero no podemos evitar querer disfrutar de nuestro momento, por eso salimos y nos desahogamos (de mil maneras), por eso nos afianzamos al hoy, al ahora, e intentamos ver con los mejores ojos que tenemos el gran agujero negro que nos espera. No soy pesimista, pero me gusta fijarme en la realidad. Y no me gusta lo que estoy viendo. Por eso escribo, porque encuentro que, para mí, es una de las mejores formas para evadir de mis pensamientos todo los malos episodios diarios que leo, que veo, que escucho. Hace mucha falta, con urgencia, un cambio de mentalidad en este país, un cambio en la educación, o iremos hacia el mayor desastre generacional que ha vivido la historia de la democracia. 

No me gusta hablar de política, ni de polémicas, pero me gusta escribir (como he comentado antes); y por eso lo hago. Así que, quien lea esta entrada que se quede con la única noticia feliz de todo este escrito: es el cuarto día del NaNo y llevo más de siete mil palabras, cinco capítulos. En ellos también llueve, también hay un primer domingo de noviembre, aunque los muertos son ficticios.

4 comentarios:

  1. Te ha quedado un buen blog Hell-Manel-Güell, bastante más agradable a la vista que el otro, y con una estética más cercana al relato oscuro (y a la chorrada oscura y al "escriboloquesemepasaporlacabeza" oscuro, también)
    Sólo le encuentro una pega... ¿Dónde está el espacio de seguidores? ¿Cómo lo hago para seguirte, compañero?
    Un saludo.

    P.D: Uffff, quita los captchas para escribir comentarios, por Dios!!! :-P

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  2. Captchas??? jajajajaja
    No me había dado cuenta de estas cosas!
    Ahora mismo las cambio, Jefe!!!! :P

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  3. Vale, Raúl! Creo que ya está solucionado. Lo siento, pero no recuerdo cómo se arma un blog... jajajajaja Iré poco a poco!!!

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  4. Mucho mejor, ¿ves qué bien cuando me haces caso? :-P
    Un saludo, crack!

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